Tips de nutrición durante la lactancia

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Nutrirse de forma adecuada durante la lactancia puede resultar confuso para algunas mamas, en especial cuando dicen que la alimentación influye en el desarrollo del bebé. ¿Cuánto hay que comer? ¿Qué se debe evitar?
Es normal que se tengan dudas respecto a qué alimentos y bebidas son más beneficiosos para la madre y cómo evitar que la alimentación de ella afecte la leche materna y al bebé. Siguiendo estos tips que nos da Mayo Clinic se puede aprender una mejor manera de nutrirse durante esta etapa.
- Se necesitan más calorías durante la lactancia
Posiblemente se deba comer un poco más de lo que se acostumbraba (aproximadamente entre 330 y 400 calorías adicionales por día) para conservar la energía. Para obtener estas calorías adicionales, se eligen alimentos ricos en nutrientes, como una rebanada de pan integral con una cucharada (unos 16 gramos) de mantequilla de maní, un plátano o una manzana de tamaño mediano y 8 onzas (unos 227 gramos) de yogur. - Alimentos saludables
Hay que concentrarse en tomar decisiones saludables que favorezcan la producción de leche. Optar por alimentos ricos en proteínas, tales como carne magra, huevos, lácteos, frijoles, lentejas y mariscos con bajo contenido de mercurio. Eligir una variedad de cereales integrales, frutas y verduras. Lavar las frutas y las verduras para tener menos exposición a cualquier residuo de pesticidas.
Si se ingiere una variedad de alimentos diferentes durante la lactancia, el sabor de la leche materna cambiará y, de esa manera, el bebé se expondrá a sabores distintos. Eso puede ayudarle a aceptar con mayor facilidad los alimentos sólidos más adelante.
A fin de verificar que tanto la mama y el bebé reciben todas las vitaminas que necesitan, el medico posiblemente recomiende continuar a diario con las vitaminas prenatales, hasta que se termine de amamantar al bebé. - Mantenerse hidratada
Beber líquidos con frecuencia, preferiblemente antes de tener sed, y beber una mayor cantidad de agua si la orina tiene un color amarillo oscuro. Además, es recomendable tener cerca un vaso con agua mientras se amamanta al bebé.
Evitar los jugos y las bebidas azucaradas, porque consumir demasiada cantidad de azúcar puede contribuir a que se suba de peso, saboteando el esfuerzo por perder los kilos del embarazo. Consumir gran cantidad de cafeína también puede ser un problema, así que hay que limitar el consumo de bebidas con cafeína. - Considera incorporar suplementos
El médico de confianza tal vez recomiende un suplemento diario de vitamina B-12. Esta vitamina es casi exclusiva de los productos de origen animal y, por ello, es de gran ayuda para aquellas mamás que no consumen tanta carne. La vitamina B-12 es fundamental para el desarrollo del cerebro del bebé. Si se sigue una dieta vegetariana o vegana, hablar con el medico al respecto y probar los suplementos de ácidos grasos omega-3.
Si no se obtiene una cantidad suficiente de alimentos fortificados con vitamina D (leche de vaca o algunos cereales para desayunar) y la exposición de la madre al sol es limitada, podría necesitar suplementos de vitamina D. El bebé necesita vitamina D para absorber el calcio y el fósforo. La escasez de vitamina D puede provocar raquitismo, que es una descalcificación y un debilitamiento de los huesos. - Evitar consumir…
Hay que tener cuidado con ciertos alimentos y bebidas durante la lactancia. Por ejemplo:
• Alcohol. No hay un nivel de alcohol en la leche materna que se pueda considerar seguro para el bebé. Si la madre consume alcohol, debe evitar amamantar hasta que este se elimine completamente de la leche materna. Según el peso corporal, ese proceso de eliminación suele llevar entre 2 y 4 horas para una cerveza tamaño regular con un contenido de alcohol del 5%, una copa de vino con contenido de 11% o un shot de tequila de 40%. Usar un sacaleches para extraer la leche y luego desecharla no acelera la eliminación del alcohol.
• Cafeína. No consumir más de 2 o 3 tazas diarias de bebidas con cafeína. La cafeína en la leche materna puede inquietar al bebé o alterar su sueño.
• Pescado. Los mariscos pueden ser una excelente fuente de proteína y ácidos grasos omega-3, pero la mayoría de ellos contiene mercurio y otros contaminantes. La exposición a cantidades excesivas de mercurio, a través de la leche materna, puede representar un riesgo para el sistema nervioso en formación de un bebé. Para limitar la exposición del bebé, bajar el consumo a 170 gramos por semana.
Por último, a fin de determinar la relación entre la alimentación y el comportamiento del bebé, un buen consejo es, llevar un diario de alimentación que incluya todo lo que la mama come y bebe, así como notas respecto a cualquier reacción del bebé en caso de resultar alérgico a algún alimento. Si las molestias del bebé no pasaron con el retiro de un alimento o una bebida, reincorpórarlos y considerar otros motivos posibles.
Hay que recordar que no es necesario llevar una alimentación especial durante la lactancia, sino tan solo concentrarse en tomar decisiones saludables, lo cual será provechoso para la mama y para el bebé.